jueves, 20 de enero de 2011

Luces

Pálidas, cálidas, azules, frías o brillantes, cada una tiene algo que transmitir.

Las sensaciones que nos invaden son consecuencia muchas veces de sus destellos. La luz cálida nos invita a quedarnos en casa, en nuestro sillón preferido, leyendo un libro o simplemente acurrucarnos a dormir una siesta.

Las luces frías nos encuentra en la sala de espera de un hospital , aguardando horas quizas dias, una señal. Sin embargo los fantasmas transitan sin mirarnos, sin parpadear siquiera, sin ofrecernos un mínimo consuelo que haga palpitar nuestras esperanzas.

Las luces tambien son enemigas de los secretos que juegan a las escondidas y un día son sorprendidos en algún rincón.

Ellas resaltan los defectos que luchan por quedarse donde están, arraigados y creciendo prosperamente. Cuando son descubiertos, hay que animarse a enfrentarlos...

...Puntos de colores sobre el blanco fondo que asoma. Turquesas, violetas, amarillos, cada uno representa una pregunta, cada uno va acompañado de una estrella, esa que brilla y titila sola en la inmensidad de la noche...


Yanina Marquevich

sábado, 8 de enero de 2011

Tiempo

Ideas, confusiones, pensamientos, imágenes. ¿Cómo describir en palabras la diversidad de cosas que suceden en la mente?.
El tiempo es un letargo; aprovecharlo sin desperdicio: el desafío. Sale el sol, sale la luna, un día más, un día menos.
El agobio y la insatisfacción no pueden ganar la pulseada. Tampoco la salida es llenarlo con cosas efímeras. Llenar páginas con colores brillantes es una alternativa poco efectiva.
Productividad, eficiencia. ¿Cómo deshacerme de esas palabras que me acompañan desde siempre? ¿Cómo liberarse de ese quiste arraigado que me hizo perder noción de quien soy y que deseo realmente?.
La búsqueda de respuestas se vuelve un laberinto. No todo debe tener un porque o un para qué; dicen algunos…
Quisiera simplemente percibir el vaivén de las cosas y dejarme llevar por ellas, más liviana.
También flotar como una hoja que levanta vuelo en una tormenta de verano. Oler ese aroma a tierra húmeda y flores son las cosas que me recuerdan que estoy viva. Me conectan con algo más profundo, me inspiran.
A la hora de la siesta, el mundo se detiene. Todo se apacigua, menos mi mente.
¿Cómo disfrutar sin pensar tanto? ¿Cómo llenar ese espacio vacío entre el silencio y las horas que pasan sin sentido? ¿Cómo despertar con la misma alegría genuina, esa que tenía cuando era chica y amanecía con un beso y un Nesquick cada mañana?.
¿Cómo volver a sonreír con tantas ausencias presentes?...
Yanina Marquevich

Fiestas de fin de año

Llega fin de año. Hablar del estado del tiempo y de fin de año podria decirse son los temas que encabezan la lista por lo recurrentes, sino preguntele a algun taxista. Sin duda, los mejores estadistas.

Si bien es una epoca distinta, a mi no me entusiasma demasiado. Fiestas, reuniones, brindis, convenciones sociales para querernos y desearnos lo mejor, los buenos deseos de un próspero año nuevo, que si bien es genuino a veces se torna exacerbado.

Es en esas fiestas que descubris que detras de las fachadas de buenos augurios hay un halo de insinceridad, al limite incluso muchas veces de falta de tacto.

Creo que en estas fechas la gente se pone mas idiota, como si la cuenta regresiva del reloj indicara que tienen que completar eventos a último momento porque se va el año. Es una etapa de regresión adolescente, gente emborrachada para una supuesta diversión, chicas y chicos transando publicamente en los reservados, chicos histeriqueando con chicos y chicas y chicos deprimidos por ex-amores, sufriendo por lo que no fue, cerrando ventanas que estan abiertas frente a sus ojos y asi miles de microrelatos. Un folclore que presencio y padezco desde que tengo 10 años, desde que jugabamos a la botellita en los asaltos, en esos bailes donde aprendes y descubris que no todo tiene un final de cuentos romanticos.

Simplemente, me agota.

Las fiestas no son para mi. Llego con euforia y entusiasmo, pero en algun momento algo en mi interior me dice, run Forest, run. No siempre me sucede, pero asumo que no me divierte tanto la cumbia por mas que baile esos pasitos y tararee hasta la mañana siguiente temas como Bombón asesino, única excepción son los de Gilda y Rodrigo que me encantan y me despierte abombada por varias razones.

Los seres humanos necesitamos inventar ritos para encontrar espacios de supuesta felicidad, espacios que nos hagan olvidar el paso del tiempo para sentirnos adolescentes eternos, espacios de encuentro que si bien pueden producirnos alegría momentanea, no dejan de ser ficticios.

Despertar al dia siguiente nos recuerda que el calendario termina, que el tiempo no para y solo estamos transitando. Se renuevan esperanzas para sentirnos vivos y no caer en la cuenta que un año mas está concluyendo. Ese año que empezamos con una lista enorme de grandes metas y que quizas muy pocas o ninguna se ha cumplido o las que se cumplieron, a lo mejor ya ni nos interesan. La vida es una gran vidriera llena de promesas. Cada año es una nueva oferta. Mi deseo es construir momentos reales, simples y cotidianos, sin musiquita de fondo...

Yanina Marquevich