domingo, 20 de junio de 2010

Tarde de domingo. Hora de tomar un rico café con leche con algunas galletitas.
Debería dejar este hábito que me hace acumular calorías pero no puedo evitarlo.
Es el ritual de mi infancia que aun sigue vivo como tantos otros rituales pero no quiero entrar en divagues psicoanalíticos y menos una tarde de domingo.
Hoy es un dia medio raro para mi. El segundo dia del padre sin papá.
No compré el diario, no prendí la tele, ni navegué por las noticias ya que los carteles publicitarios me recuerdan que es el dia del padre.
Siempre pensé que esta fecha era solo comercial y nunca necesitaba que llegue el tercer domingo de junio para decirle te quiero o demostrarle afecto. Siempre minimicé la importancia de las fechas. ¿Por qué debe haber un dia de algo?. Siempre fue un dilema, uno de los tantos que tengo.
Sin embargo, el ritual tradicional siempre estuvo presente, como la mayoría de las tradiciones que me fueron transmitidas que uno tiene incorporadas y se celebran por transmisión. Regalito y tarjeta. Beso, almuerzo, charlas y compartir el día. Si hubiese sido conciente de lo que significaba, no hubiese minimizado ese rito.
Al igual que todos los ritos, encierran un misterio que solo se devela cuando no están.
¿Como algo tan simple puede significarnos tanto? ¿Como podemos desperdiciar nuestras horas y días intentando entender cosas tan abstractas sin poder ver que en lo cotidiano está lo escencial?.
Hoy es un día de muchas preguntas, de desolación y recuerdos. Es un día anónimo, que prefiero saltear, es un día inexistente que debería borrar. Es un dia más sin mi papá...

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